Las rutas con mejores vistas

Hay caminatas en las que, a cada paso, el paisaje nos sobrecoge, y el trayecto se convierte en una sucesión de estampas memorables.

Si tomamos rumbo a la costa, hay destinos clásicos que no podemos perder, Poe ejemplo, las rutas que van bordeando la Serra da Capelada, en la provincia de A Coruña, donde hay que pararse a cada poco y simplemente contemplar. La zona está llena de miradores, en los municipios de Cedeira, de Ortigueira y de Cariño. Aquí, por ejemplo, podemos hacer la ruta del mirador de A Malveira a Vixía Herbeira/A Miranda, de 3 km, que sale del mirador de A Malveira, desde donde nos acercamos al faro de Cabo Ortegal y, atravesando el monte Faroleiro, terminamos en el mirador de Vixía Herbeira, el pico más alto de A Capelada, a 620 m sobre el nivel del mar. También se puede finalizar la ruta en el monte de A Miranda, con vistas sobre la ría. Y, si tenemos ánimo, seguimos hasta Santo André de Teixido. Y si no, ya de muertos, si acaso…

En la provincia de Pontevedra hay otra buena ruta con vistas al mar: la Senda de A Costa da Vela. Es un recorrido circular de unos 10 km, con paradas en tres faros. Comienza con la famosa Buguina de Cabo Home, en Donón, en el concello de Cangas. Ya el principio es pura vista. Allí cerca hay un observatorio de aves. El primer faro es el de Cabo Home, el punto de tierra firme más próximo a las Cíes. Más adelante, nos acercamos a punta Robaleira, con su faro también, y seguro que algún cormorán. Y, después de la playa de Melide, tiramos hacia la punta Subrido y el último faro. Pasada la playa de Barra, la última parte nos lleva a la aldea de Donón, y otra vez al punto de partida.

Pero no todas las ventanas dan al mar. Hacia el interior también hay vistas impresionantes. Por ejemplo, en la provincia de Lugo, siguiendo un camino monte arriba en Folgoso do Courel que termina en el Pico Polín, en lo alto de la Devesa da Rogueira. Comenzamos en el Aula de la Naturaleza de Moreda, para subir por la ladera del monte Ucedo, entre construcciones tradicionales y bosque cien por cin del país. Y avanzando, en medio de la espesura, vamos llegando arriba de todo. Hay un desvío para ir a las fuentes de O Corvo y al mirador de Pico Polín, que es nuestro objetivo: vistas a la vieja naturaleza courelana, esencial. En total, serían 13,3 km, aunque a medio camino hay un cruce desde el que se puede atajar. Se puede decir que ess una ruta para gente en forma.

Tal vez menos esfuerzo requiera la subida al Monte da Carbueira. Aquí nos lleva el Camiño dos Cerqueiros, una de las rutas que atraviesa As Fragas do Eume, en el concello de Monfero. La ruta nos lleva por los distintos ecosistemas del Eume, desde los más elevados hasta los más pegados al río. Comienza en A Portela de Montelongo, en los pinares de las zonas más altas, y va descendiendo hasta los bosques cercanos al embalse. Después de un ligero descenso, entre alguna construcción abandonada, como la Casa dos Esterqueiros, vamos ascendiendo el monte da Carbueira. Al llegar a la cima nos espera una gran perspectiva de las fragas, alrededor del curso sinuoso del río. O Val do Xestoso y As Pontes de García Rodríguez.

No podemos hablar de paisaje sin tener presente la Ribeira Sacra, que tiene vistas para parar un carro. Un buen paseo es el que nos lleva al mirador de Matacás. Esta ruta circular va del centro de Castro Caldelas a Matacás, desde donde se abre una vertiginosa panorámica de las laderas orensanas y lucenses. El inicio y fin es la Plaza do Prado, en Castro Caldelas. En total son 19,45 km. Hay que tomar el camno a Celeirón, una gran bajada entre castañares y sus sequeros, y después subir entre viñedos. Desde aquí ya hay unas buenas vistas sobre O Val de Abeleda. En el trayecto encontramos aldeas de esquisto y el alcornoque centenario de Paradela. También hay un desvío, por si nos apetece acercarnos al embarcadero de Abeleda. Ya en el mirador, vale la pena pasar un rato. Se ve el Cañón del Sil y muchos kilómetros alrededor, si el día está claro. La vuelta se hace por A Ruxidoira, con el castillo de Castro Caldelas asomando en lo alto detrás del bosque.

Y, ¿qué tal contemplar una panorámica de las cuatro provincias a la vez? Solo tenemos que subir al mirador del Monte Farelo, en Antas de Ulla. La cima divide los municipios de A Golada y Antas de Ulla. Paisaje de monte, con muchas rocas graníticas en las que abundan los petroglifos, de hecho es uno de los santuarios del arte rupestre en Galicia. La subida está pensada para hacer a pie o en bici. Partimos del cruce, pasamos por el Pazo de Vilane, el castro y la cascada de Amarante. Y desde arriba, 360º de panorámica (y algún molino): al norte, la sierra de O Careón, en Melide, y la de O Xistral, en los días claros; al este, Os Ancares lucenses; al sur, la sierra de O Faro y al oeste la de O Candán.

Para despedirnos con brisa insular, estaría bien una subida al faro de las Cíes. Es la ruta más larga y conocida de las islas, de 3,5 km. Sale de la caseta de información y, después de cruzar la isla de O Faro, y de pasar el camping y el Centro de Interpretación, empieza la subida. Hay algún desvío por el camino, para acercarnos al observatorio de aves y al castro de As Hortas. El último tramo es un zigzag hasta la cima. Desde lo alto vemos la isla de San Martiño y el archipiélago, la ría de Vigo, la península de O Morrazo y el archipiélago de Ons.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *