5 imprescindibles si visitas Santiago de Compostela: Catedral, Casco histórico, Alameda, Museo do Pobo Galego y Mercado de Abastos.

La Catedral. Aunque no supiéramos dónde está, llegaríamos igual, parece que toda la ciudad nos dirige hacia ella. Ser centro de peregrinación debe tener cualidades magnéticas. Además, las torres son  los puntos más altos de Santiago, y se ven de lejos.

La llegada a la Plaza del Obradoiro siempre impresiona, no importa las veces que hayamos estado en ella. Tiene el tamaño perfecto para admirar el conjunto monumental que la conforma con algo de distancia.

La Catedral empezó a construirse en 1075 y fue consagrada en 1211 como basílica. Lleva consigo el mejor románico, pero fue cambiando con el tiempo. Se añadieron estilos, como el renacentista en el claustro y anexos, y los grandes toques barrocos: capilla mayor, órganos, fachada del Obradoiro, cierre de la cabecera… Del neoclasicismo nos queda la fachada nueva de la Acibechería.

No podemos perdernos la visita al Pórtico de la Gloria, restaurado recientemente con la recuperación de los colores originales. A los pies, la figura del Maestro Mateo, en la que ya no se pueden dar croques. Las visitas a los museos, a los tejados, las vistas nocturnas, etc., son de pago, pero al Pórtico podemos solicitar invitaciones gratuitas con siete días de antelación.

El casco histórico. Desde 1985, no solo es patrimonio de la ciudad de Santiago, sino de la Humanidad entera, según la UNESCO. Abarca el antiguo recinto intramuros y los barrios históricos. Apenas 170 ha llenas de monumentos, monasterios, iglesias, pazos… con muchos siglos encima.

El núcleo, evidentemente, es la Plaza del Obradoiro. Está cerrada por edificios muy significativos: la Catedral, el Hostal de los Reyes Católicos, antiguo hospital de peregrinos y hoy parador, el Colegio de San Xerome, sede del rectorado, y el Pazo de Raxoi, sede del ayuntamiento.

La Catedral está rodeada de varias plazas. En la fachada norte, la Plaza de la Inmaculada, a la que dan el Convento de San Martiño Pinario y el Pazo de Xelmírez. En la cabecera de la catedral, donde está la Puerta Santa, la Plaza de A Quintana, con su Quintana de Muertos, escaleras abajo, donde antiguamente había un cementerio, y la Quintana de Vivos, escaleras arriba. Esta plaza da al Convento de San Paio Antealtares, la Casa da Conga y la Casa da Parra, con la fachada barroca llena de vides y pámpanos de piedra. Al sur, tenemos la Plaza de las Platerías, con su fuente del siglo XIX. Aquí también está la Casa del Cabildo y, ya empezando la calle de O Vilar, la Casa del Deán, las dos del siglo XVIII.

Las calles principales del casco viejo son la de O Vilar, la Nova y la de O Franco. Por el camino, muchas casas nobles: pazos de Monroi, Vaamonde, Bendaña… y teatros, instituciones, bares y tiendas tradicionales.

Otras plazas importantes son la de O Toural, la de Cervantes, donde está la Casa de la Troya, o la de Mazarelos, donde está el único arco que queda en pie de la vieja muralla. En los alrededores de esta, la facultad de Geografía e Historia, el Mercado, la Iglesia de San Fiz de Solovio y el Convento de San Agustín. 

Parque de la Alameda. Es el parque urbano más importante de Santiago, situado entre el Campus Sur y el casco viejo, con una extensión de 85.000 m2. En él distinguimos tres partes: el Paseo de la Alameda, la Carballeira de Santa Susana y el Paseo de A Ferradura o de los Leones. A la vez que rodea una parte de la ciudad histórica, nos muestra muy buenas vistas, como las del mirador del Paseo de A Ferradura, con la Catedral al frente.

Hay algunas edificaciones, como la Capilla de Santa Susana, la Iglesia del Pilar, el palomar o el quiosco de la música. También hay estatuas y gran variedad vegetal. A lo largo del tiempo fueron haciéndose ampliaciones y restauraciones. El parque está dotado de fuentes, estanques, parque infantil, aseos públicos… Entre el mobiliario urbano, destacan los bancos con respaldo de forja hechos en los primeros hornos de Sargadelos.

Museo do Pobo Galego. Nace en 1976, con la idea de investigar, conservar, divulgar y promover la cultura gallega. Está dirigido por un patronato y funciona con aportaciones públicas y privadas. Ocupa el antiguo Convento de San Domingos de Bonaval.

Cuenta con exposiciones permanentes y temporales. La colección permanente está formada por objetos de la vida cotidiana (¡más de 15.000 piezas!). También se hacen publicaciones, conferencias, conciertos, cursos…

Tiene una biblioteca especializada y un Archivo de material documental, gráfico y audiovisual. También hay un departamento de educación y acción cultural para llegar a todo tipo de público.

Por cierto, nada de coger el ascensor. Hay que subir y bajar por la famosa escalera helicoidal barroca de Domingo de Andrade, auténtico emblema del museo. Y que no sea lunes, que cierran…

Mercado de Abastos. Tanto caminar por Santiago adelante, normal que se nos abra el apetito. Pues no tenemos más que pasarnos por el Mercado de Abastos, entre la calle de As Ameas y la de A Virxe da Cerca, al borde del casco viejo. Es todo un símbolo en Santiago, la comunión de lo rural y lo urbano. Aquí hay mercado desde 1873, pero el edificio actual es de 1941, proyectado por Vaquero Palacios, que aprovechó algo del antiguo. Está formado por ocho naves que dan a una plaza central con una fuente. Y tiene un aire intemporal, tirando a románico.

Desde el año 2000, la plaza está gestionada por una cooperativa de comerciantes que promociona el producto de la tierra. Está abierto de lunes a sábado por la mañana, aunque los días de más concurrencia son los jueves y los sábados.

La nave 5 está dedicada a la restauración. En la parte exterior del mercado también hay gran variedad de oferta gastronómica, animada por la actividad de la plaza.

El servizo es tradicional pero está a la última: entrega a domicilio, pedidos por teléfono e internet, envasado al vacío, consigna, e hasta personal shopper!

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