Paseos por el borde del mar

Con tanta costa que hay en Galicia, unos 1.500 km, la variedad de acantilados y playas, moldeados con personalidad por el Atlántico y el Cantábrico, da para mucha caminata. Mostramos aquí algunos paseos para dejarse llevar por las vistas (cuidado, no acabemos en el agua…). Tres ejemplos en la provincia de Pontevedra, en la de Lugo y en la de A Coruña.

Paseo de Monte Boi, Baiona. Este monte está en la península de Monte Boi o Monterreal, una vigía perfecta en el Atlántico. Por su situación estratégica, a lo largo del tiempo tuvo muchos asentamientos.  Hoy en día, quedan los restos de la fortaleza de Monterreal, de entre los siglos XII y XVI. En el siglo XX también fue renovada, y ahora alberga un parador nacional. El paseo bordea el perímetro de la fortaleza, así que vamos de cara al Atlántico todo el tiempo, por un lado nos acompaña la costa de Nigrán, por otro las Cíes y, más allá, mucho más… América. El recorrido empieza en la playa de A Cuncheira y termina en la de A Ribeira, o viceversa, claro. En el camino, podemos ver las tres torres de vigilancia que se mantienen en pie: la Torre del Reloj, que era la que daba la señal de alarma en caso de ataque, la Torre de la Tenaza, que defendía el puerto con las baterías de tiro, y la Torre del Príncipe, que en origen era un faro. En el trayecto, de 2 km, pasamos también por varias playas e incluso por una cetárea antigua.

Sendero de As Pedras Negras, O Grove. El paseo sale del puerto deportivo de San Vicente do Mar, y va casi todo por pasarelas de madera a la orilla del mar, pegadas a las rocas. Siguiendo el borde del mapa pasamos por las playas de Pedras Negras, Farruco y A Barrosa, y por alguna cala pequeña. Tenemos bancos donde descansar y disfrutar de las vistas, con las Ons enfrente. El paseo termina en la playa Canelas, después de 3,2 km.

De la factoría Massó a la playa de Liméns, Cangas. Dentro de la senda costera de Cangas-Donón, de un total de 23 km, podemos hacer este tramo más pequeño, de 3,8 km. Comienza en la antigua fábrica de Massó. Avanzamos hasta la Lagoa de Congorza, con gran riqueza biológica, especialmente de aves acuáticas. Seguimos por la playa de O Medio, la de Areamilla, As Furnas, con un mirador y bancos donde descansar, el arenal de Santa Marta y la gran playa de Liméns, última parada, con sus dunas y pinares.

De A Rapadoira a Llas, Foz. Aquí se respira el Cantábrico de frente. Este paseo, de 2,5 km, sale del puerto de Foz y va bordeando los acantilados hasta la playa de Llas. También tiene bancos y miradores, e incluso un puente de madera sobre el mar, desde el que casi parece que vayamos a echar el vuelo como las gaviotas. En todo el recorrido se suceden puntas y calas: punta do Cabo, Punta do Corno, Cala de Ronqueira…

Paseo por la Punta Socastro, O Vicedo. La ruta empieza en el aparcamiento, 1,9 km antes de llegar a la punta. Comienza siendo una pista entre pinos y eucaliptos, y enseguida vislumbramos el final, en el famoso Fociño do Porco, frente a la ría de Viveiro. Hasta ahí nos llevan unas pasarelas de madera que dan mil vueltas, con bastantes escaleras. Ojo, que en época alta hay que pedir cita para pasear por aquí, que si no se abarrota.

De punta Morán a la playa de Sucastro, Xove. En esta zona del Cantábrico abundan las islas pequeñas. Aquí tenemos los islotes Farallóns al este y al oeste As Salseiras y el islote de Ansarón, con muchos cormoranes y gaviotas. Los acantilados de Morán también son conocidos como Os Cantís de Papel, por las formas que hizo en ellos el mar, que los dejó como papeles arrugados. En 2 km nos plantamos en la playa de Sucastro. ¿Queremos más? Pues venga, en 5 km más estamos en A Punta Roncadeira y el monte Castelo, con sus bancos de Nacente y Ponente.

De Santa Cruz a Santa Cristina, Oleiros. Comenzamos en el puerto de Santa Cruz donde, por cierto, también podemos cruzar hasta la isla de Santa Cruz y dar un paseo por su perímetro. Volviendo al puerto, entonces, seguimos la caminata hasta unas escaleras, que nos llevan al parque As Galeras. Aquí hay una extensión de campo y árboles para pasar el día entero, con panorámicas de la ensenada de Santa cruz hasta Mera y de A Coruña. Por allí bajamos hasta la playa Grande de Bastiagueiro y luego subimos hasta el mirador del parque Nirvana. Saliendo del parque, baja una calle hacia el paseo de Santa Cristina, donde termina la ruta, si queremos. En total, 4,38 km.

De la playa de Area Maior a Santo Hadrián, Malpica de Bergantiños. El camino empieza en el paseo marítimo de Malpica. Después de bordear la playa de Area Maior, vamos ascendiendo poco a poco hasta tener una buena panorámica del conjunto. Dende aquí, vamos hasta la playa de A Seaia. Y vuelta a subir, hasta la fuente Navenllos. Y, más arriba todavía, y llegamos a la ermita de Santo Hadrián, de los siglos XVI-XVII, (renovada no XX), y a la fuente del santo, que dicen que es milagrera. Como vemos, partimos de la orilla del mar para luego tomar distancia, a lo largo de 3,6 km. Si nos animamos, podemos seguir el Camino de los Faros, que termina en Fisterra, en fin, ya serían 200 km…

De la playa de Mar de Lira a Portocubelo, Carnota. Este es un paseo corto, de 1,13 km, pero intenso. Las vistas son variopintas: tenemos delante el monte Pindo; al noroeste, la ría de Corcubión y las islas Lobeiras; más allá, Fisterra y, justo delante, unas fantásticas vistas de la playa de Carnota. El camino discurre por una plataforma de madera y termina en el muelle de Portocubelo, una aldea marinera con mucho sabor. También podemos seguir ruta hasta el faro de Lariño, si queremos tener otra perspectiva del paisaje.

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