Un paraíso natural y arqueológico en el corazón de la Ría de Arousa

La isla Xidoiro Areoso, o simplemente Areoso, es uno de los tesoros naturales más preciados de Arousa. Situada en el centro de la ría y a poca distancia (poco más de un kilómetro al oeste) del municipio de A Illa de Arousa, al que pertenece, emerge de las aguas como una duna paradisíaca de gran valor natural y que esconde mucho más de lo que podría parecer para aquellos que la contemplan desde tierra firme.

Su fama ha ido aumentando con el paso de los años y gracias al apoyo que suponen las redes sociales e Internet, sus arenas blancas y sus aguas cristalinas ha comenzado a atraer a un número creciente de visitantes. Las imágenes de este paraíso natural abundan en la web y fomentan el boca a boca entre la gente de la zona, lo que ha acabado por convertir el lugar también en fuente de negocio para algunos empresarios locales que ofertan travesías en velero, taxi-yate o canoa hasta allí. 

Areoso es un islote de casi 9 hectáreas formado prácticamente por arena y cuyo punto más elevado se levanta apenas 9 metros sobre el nivel del mar. La mitad norte está ocupada por una duna activa, mientras que en la sur se mezclan afloramientos graníticos con una duna vegetada con herbáceas. De hecho, en este precioso islote, se han descubierto también algunos yacimientos arqueológicos, como dólmenes y túmulos megalíticos levantados hace varios miles de años. Su presencia y la aparición de restos humanos y animales, además de piezas de cerámica, ha llevado a los expertos a concluir que el lugar estuvo habitado en el pasado y a situar ese asentamiento a comienzos de la Edad de Bronce. Desde entonces, ha seguido recibiendo visitas tanto por parte de los mariscadores como por parte de aquellos que aprovechaban el granito del lugar para trabajos de cantería.

Debido a su formación mayoritariamente dunar, el islote ha sufrido un importante proceso de alteración en los últimos años. En las playas, en el período comprendido entre los años 2008 y 2014 ha desaparecido casi un metro de arena y en la duna norte se ha reducido su altura y extensión. Estos cambios han sacado a la luz varias estructuras megalíticas y abundante material arqueológico y no se descarta que con el paso del tiempo y la acción de los temporales invernales sigan apareciendo más vestigios de sus antiguos moradores.

A la acción erosionadora del mar y el viento se ha sumado también la de las embarcaciones de aquellos que desean visitar este pequeño oasis, por eso está prohibido atracar y unas boyas protegen el perímetro del lugar.

Esto ha propiciado que en los últimos años colectivos y autoridades locales hayan reivindicado que Areoso sea dotado de un estatus de protección especial para evitar que los efectos del cambio climático y la llegada cada vez mayor de visitantes atraídos por su fama acaben por dañar este privilegiado lugar. Su futuro depende de todos.

 

 

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