El Couto Mixto, la pequeña república que pervivió siete siglos en el sur de Ourense

La frontera entre Galicia y Portugal es un terreno fértil para la historia y las leyendas. La memoria de antiguas batallas y los relatos de los tiempos del contrabando se intercalan en un espacio en el que las fronteras trazadas sobre el mapa se difuminan cuando se trasladan al espacio físico. Lo saben bien los habitantes de ambos lados, precursores de los procesos posteriores de entendimiento y eliminación de barreras. En el sur de la provincia de Ourense nos encontramos además con un territorio que presume de una historia propia y diferenciada que le permitió vivir durante varios siglos al margen de España y Portugal. Hablamos del Couto Mixto.

 

Tres pueblos pertenecientes en la actualidad a dos municipios ourensanos (Santiago y Rubiás, de Calvos de Randín, y Meaus, de Baltar) fueron los ejes de un curioso modelo de organización político y territorial cuyos orígenes se remontan al siglo XII y al proceso de independencia de Portugal. El surgimiento del estado vecino, y con él de una nueva frontera, y la dificultad de ordenar ese límite de más de 1.200 kilómetros de longitud conocido como La Raya permitió que la pequeña área comprendida por esos tres pueblos se constituyera en un espacio no sujeto a los designios de España ni de Portugal, y que pervivió hasta la segunda mitad del siglo XIX. 

 

Constituido en una especie de república federal, los habitantes del Couto Mixto elegían a un juez o alcalde por un período de tres años y este a su vez designaba a un representante (hombre de acuerdo) de cada uno de los tres pueblos que integraban el territorio. Los vecinos podían decidir si querían tener nacionalidad española, portuguesa o renunciar a ambas y gozaban de dispensa del servicio militar, derecho de asilo salvo en caso de delitos de sangre, y otras particularidades que convirtieron la zona en un territorio propenso al comercio. Una ruta conocida como Camino Privilegiado conectaba los tres pueblos del Couto Mixto con la vecina localidad portuguesa de Tourém.

 

Su escaso tamaño y su exigua población (apenas 27 kilómetros cuadrados y un millar de personas) y la pobreza del lugar propició que las autoridades de España y Portugal prestasen poca atención al Couto Mixto durante siglos. Su modelo de organización pervivió así hasta que en tiempos del reinado de Isabel II se inició una disputa entre los dos países para acabar con esta anomalía territorial. Las negociaciones fructificaron en el Tratado de Lisboa con la decisión de incluir el Couto Mixto en el reino de España privándolo así de su soberanía.

 

Pero el recuerdo de aquella singular república sigue vivo en la zona gracias a los esfuerzos de recuperación emprendidos a finales del siglo pasado. El atrio de la iglesia de Santiago de Rubiás (Calvos de Randín), el mismo escenario donde se reunían vecinos y autoridades para debatir y decidir sobre los asuntos de importancia para el Couto Mixto, acoge desde el año 2008 una estatua que homenajea a todos los jueces que presidieron aquella pequeña república personalizándolos en el último de todos ellos, el juez Delfín Modesto Brandón. La pieza fue inaugurada coincidiendo con el 150 aniversario de la abolición del Couto Mixto.

 

Desde entonces los vecinos han recuperado a modo simbólico la figura de los tres Hombres de acuerdo y todos los años, llegado el mes de julio, ese mismo atrio es escenario de un acto conmemorativo en el que son nombrados como jueces honorarios diferentes personalidades. Además, la iglesia de Santiago custodia una réplica del arca en la que se guardaban los documentos relativos a todas las decisiones adoptadas por el juez y los hombres de acuerdo. Cada uno de estos últimos guardaba una de las tres llaves que eran precisas para abrir el arca, algo que se realizaba con gran solemnidad.

 

La antigua casa rectoral próxima a la iglesia acoge en la actualidad una instalación que nos permite conocer un poco mejor la historia del lugar y que nos abre las puertas al otro gran punto de interés de la zona, un espacio en el que las fronteras entre Galicia y Portugal también se difuminan. Se trata del Centro de Interpretación del Couto Mixto también conocido como la Porta de Calvos de Randín al Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, espacio natural transfronterizo que en el año 2009 fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.

 

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