En Galicia hay muchos sitios donde darle a los pedales: entre bosques, por el monte, en paseos ciclistas… Además, de un tiempo a esta parte, las ciudades van tomando en serio la bici como medio de transporte limpio y saludable que hay que promover. Los principales núcleos urbanos cuentan cada vez con más kilómetros de carril bici, y ya casi no hay un paseo marítimo o fluvial que no podamos recorrer sobre dos ruedas. Algunos ayuntamientos ofrecen servicio de alquiler y préstamo de bicicletas, de manera que nos ponen más fácil el animarnos a pedalear.
Desde luego, un modo de conocer Galicia a fondo es haciendo cicloturismo. Para la gente más inclinada a la montaña, son muy útiles los llamados Centros BTT Galicia, repartidos por zonas estratégicas del medio rural y natural. En ellos nos proporcionan información turística, servicios para bici y ciclistas, cartografía de una red de rutas, etc. Hay centros en O Salnés, Portas de Galicia, O Xurés, A Ribeira Sacra y Allariz-Vilar de Santos.
Por otro lado, el reciente visor digital “El paisaje de Galicia desde la bicicleta”, pone a nuestra disposición 52 rutas cicloturísticas con toda la información necesaria: niveles de dificultad, mapas, fichas, etc.
Como vemos, hay un mundo abierto de rutas. Entre todas las opciones, vamos a acercarnos a las más sencillas, que no requieren ni una gran forma física ni una bicicleta excepcional, de esas que gusta hacer en familia. Aquí proponemos algunas:
O Burgo – Cecebre. Esta ruta circular recorre el paseo fluvial del río Mero. Saliendo por el carril bici del paseo de la ría de O Burgo, llegamos al puente medieval. Allí tomamos la senda hasta la presa de Cecebre, por una pista de tierra llana al lado del río. Se puede hacer ir por la orilla de Cambre o por la de Culleredo, o ir cambiando si cruzamos algún puente, claro. Entre ida y vuelta, unos 20 km, que se hacen en 40 minutos más o menos.
Nigrán-Baiona-A Guarda. En el Val Miñor hay mucha bici, sobre todo en verano. Un clásico es el tramo de carril bici de A Ramallosa, bordeando el estuario del río Miñor. Si nos fijamos bien, mejor con prismáticos, podemos ver algún ejemplar de garza real, y todo. El carril bici continúa hasta Baiona y, desde el parque de A Palma, va entre la carretera y el mar hacia cabo Silleiro. Si la cosa nos sabe a poco, siempre podemos seguir hasta A Guarda. Al final, hacemos un tramos del Camino portugués por la costa, de unos 30 km.
Vía Verde de O Salnés. Las vías verdes recuperan el espacio de las plataformas ferroviarias en desuso, que vuelven a la vida transformadas en sendas, llanas y sin obstáculos, ideales para pasear y para una buena pedaleada. La de O Salnés transcurre a lo largo de 9,2 km por los municipios de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas. Empieza en Cea, en Vilagarcía de Arousa, y en el camino pasamos por el pazo de Rubiáns, la Pedra Rañacús, el puente metálico que cruza el río Umia, uniendo Caldas de Reis y Portas, y una curiosa fábrica azucarera de principios del siglo XX, hoy centro cultural. Si aparcamos la bici y subimos a lo alto de la chimenea, tenemos unas buenas vistas de O Salnés.
Ruta del Padre Sarmiento. Fue ideada por los ayuntamientos de O Salnés, siguiendo las huellas del Padre Sarmiento, que en su Viaje a Galicia (1745), decía que había salido de Pontevedra a Santiago rodeando O Salnés. Nos ha quedado como variante del Camino portugués. De las nueve etapas de la ruta, podemos escoger la de Cambados a Illa de Arousa, haciendo el perímetro de la isla, en total unos 25 km.
Senda del agua. Sigue el camino que llevaba el canal que transportaba el agua desde el embalse de Eiras, en Fornelos de Montes, hasta Vigo, Comienza en la rúa Cantabria, en el barrio de Lavadores de Vigo, y va rodeando la ría, pasando por los ayuntamientos de Redondela, Pazos de Borbén, Soutomaior y Fornelos de Montes, con lo que disfrutamos de estupendas vistas a golpe de pedal. La ruta entera es de 41, 52 km, aunque podemos acortarla para los principiantes en 13 km, hasta la carretera que comunica Redondela con el aeropuerto. Es toda sobre pista de tierra menos un pequeño tramo sobre asfalto.
Salvaterra do Miño. En Salvaterra podemos dar un paseo urbano en bici, que sale de la plaza de la Constitución y pasa por la Fortaleza, la Casa del Conde y el castillo de doña Urraca. Si nos acercamos al parque de A Canuda, tenemos tres rutas de senderos para caminantes y ciclistas. El más corto es el sendero municipal del río Miño, de 7,5 km, que llega al río Caselas en Tui. Pasa por el Miño, el Tea, la isla Fillaboa, el Puente Medieval y el río Caselas. Y, atención, si es fin de semana, ni siquiera hace falta que carguemos con las bicis desde casa, ya que hay servicio de bicis gratuito. Y, por si no hubiese suficientes alternativas, desde aquí también podemos coger las rutas internacionales, las R-Bike Río Minho, que comunican Salvaterra y Monção. También hay la de Tui-Valença y la de Tomiño-Vilanova de Cerveira.
Ruta cicloturista de la Casa da Fervenza. Es una ruta lineal de 14,32 km. Sigue el curso del Miño en el municipio de Lugo. Salimos de la Casa da Fervenza y llegamos al centro de la ciudad, al aparcamiento del parque de A Tolda, o viceversa. Así, disfrutamos del paisaje de bosque de ribera de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, entre caminos de tierra y sendas y, de paso, de la muralla de Lugo, patrimonio de la humanidad. Lleva unos 45 minutos y tiene tres etapas.
Ruta cicloturista Miradores de Bolmente. Transcurre a lo largo de 14,29 km por el ayuntamiento de Sober, en la Ribeira Sacra. Es una ruta circular que empieza en Santa Marta, parroquia de Barantes. Aunque vamos por la montaña, justo en el Cañón del Sil, el camino es sencillo, con pistas de tierra y algunas asfaltadas, pero con poco tráfico. Y, por lo menos, dos paradas obligadas para contemplar las vistas en los miradores de Cividade y de O Boqueiriño.
Ruta de la Costa. Esta senda recorre los16 km que unen Ribadeo con la playa de As Catedrais. Comienza en O Cargadoiro y discurre bordeando toda la costa.
Y muchas más.