¿Quién compuso el Himno Gallego?

El Himno Galego es un himno bien curioso. En su extensa letra no aparece mencionada ni una sola vez la palabra Galicia, y el texto, más que ensalzar las virtudes del territorio, lo defiende contra quien lo pretende ofender. Es, con todo, un poema muy hermoso en el que se aspira todo el aroma del paisaje gallego, el clima bravo y la singularidad de esta tierra. Pero ¿quién fue el autor de sus versos? ¿Y quién les puso música?

El texto lo compuso en 1890 el que quizá sea el poeta gallego más importante de la época, a la par con Rosalía de Castro y Manuel Curros Enríquez. Eduardo Pondal nació en Ponteceso (A Coruña) en 1835. Se le conoce como el bardo gallego por sus poemas inspirados en las sagas del norte de Europa y en la poesía céltica. En ellos se imagina un pasado mítico para Galicia, lleno de héroes románticos y de batallas, descrito con una lengua elevada y un lirismo desbordado. Pondal retrata como nadie el paisaje de la Costa da Morte y de Bergantiños, de donde era originario. Médico de formación y corrector obsesivo de los textos, sus obras principales fueron Rumores dos pinos y Queixumes dos pinos. Falleció en A Coruña en 1917 y está enterrado en el histórico cementerio de San Amaro, junto al mar que tanto amó.

En 1890 contactó con él el músico Pascual Veiga Iglesias, nacido en Mondoñedo (Lugo) en 1842. Veiga le pidió una letra para presentar a un concurso de himnos gallegos; Pondal era ya por entonces una figura reverenciada dentro del pequeño mundo literario en gallego. Para la ocasión escribió un texto en origen titulado Breogán; tras unos pocos cambios sugeridos por Veiga para que encajase con la composición musical, el poema, finalmente llamado Os pinos, quedó en la forma que hoy conocemos.

Es un canto en el que se llama a Galicia a salir de su sueño y rebelarse contra las injusticias, una sucesión de versos en los que se describe magistralmente en unos pocos trazos la hermosa y feroz naturaleza del país, con ese comienzo famoso: Que din os rumorosos… Y no, efectivamente en su larga letra no se menciona nunca a Galicia, a la que se llama elípticamente nazón de Breogán, en referencia a uno de los mitos célticos tan del gusto de Eduardo Pondal.

El himno de Pondal y Veiga no se interpretaría hasta muchos años después. Su primera puesta en escena data de 1907 y, como tantas cosas en el panorama cultural gallego de la época, sucedió al otro lado del Atlántico. Se estrenó en La Habana, Cuba, en 1907, y pronto se convirtió en canción predilecta de los actos galleguistas. Su papel como himno de Galicia fue cuajando poco a poco y durante la Transición se erigió definitivamente en el símbolo que hoy es.

En 1981, con motivo de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Galicia, se oficializó su categoría de símbolo de la Comunidad Autónoma, y se interpreta en ocasiones solemnes y fiestas. Más de un siglo después de su composición, el romántico himno de Pascual Veiga y Eduardo Pondal está más vigente que nunca entre la sociedad gallega.

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