En los últimos años, y gracias a la influencia de redes sociales como Instagram, se han popularizado en Galicia los bancos y columpios situados en lugares con vistas únicas. Esta tendencia comenzó con el autoproclamado “mejor banco del mundo”, situado en Loiba, Ortigueira, que permite la perfecta observación de los acantilados que entran en el Cantábrico gallego. Desde su inauguración hace ya más de una década, dado su éxito como reclamo turístico, muchos concellos y particulares se lanzaron a la colocación de bancos en algunos de los lugares más hermosos de Galicia. Y no se trató solo de bancos, también se instalaron columpios, que son aún más fotogénicos. Estos son los que mejores vistas ofrecen.
En la Ribeira Sacra, entre las provincias de Lugo y Ourense, se encuentra el columpio de la “Adega Terra Brava”, parroquia de Doade, concello de Sober. Debido a su colocación en la ladera, parece que los que se suben a este columpio pueden sobrevolar los cañones del río Sil, con sus escarpados lados llenos de viñedos y bosques; un paisaje idílico. Se trata de una atracción privada a la que solo se puede acceder al realizar alguna compra en la bodega. En la misma comarca de la Ribeira Sacra, en Nogueira de Ramuín, en la provincia de Ounrese, se sitúa el Bambán do Solpor (“Columpio de la puesta de sol”), que se alza en un monte desde el que se pueden observar unos atardeceres espectaculares, como indica su nombre.
En el sureste de la provincia de Ourense, en el concello de Vilariño de Conso, se inauguró este año el “columpio más alto de Galicia”, con la intención de atraer mayor turismo y atención a una zona del país para muchos desconocida. Desde el columpio, a más de mil metros de altura sobre el nivel del mar, las vistas del Parque Natural de O Invernadeiro y del Encoro das Portas (el mayor embalse de la provincia) son inigualables: montes redondeados y cubiertos de vegetación autóctona, atravesados por cursos de agua que se pierden en el horizonte. Además, mediante un permiso que se puede conseguir online, los visitantes pueden entrar en el Parque Natural de O Invernadeiro, hogar de lobos, corzos y jabalíes.
Dejando ya el interior, en Marín destacaba por sus vistas de la ría pontevedresa el columpio de la Praia do Santo. Desgraciadamente, la famosa atracción lleva varios meses desaparecida, sin causa aparente. A pesar de eso, la Praia do Santo sigue siendo una ubicación privilegiada desde la que admirar gran parte de la costa norte de la ría: Poio, Sanxenxo, Portonovo e incluso las Illas de Ons. Además, también se puede aprovechar el día para disfrutar de la hermosa y cercana playa de Lapamán.
En Cambados, en la ría de Arousa, hay otro columpio en la Praia de Espiñeiro. Está colgado en las ramas de un árbol, en un lugar ideal para la observación detenida de las marismas del río Umia y de todo el fin de la ría. En el sur de la provincia, en el concello de Nigrán, en la cima de Monteferro, se encuentra otra atracción de este tipo, que en esta ocasión apunta hacia las Illas Cíes, permitiendo apreciarlas desde un punto de vista diferente al de las postales, desde un monte que se rompe en acantilados hacia el mar.
En la frontera con Portugal, en Tui, hay en el paseo fluvial un columpio frente al Miño que también se ha convertido en un imán de turistas e “instagramers”. Más allá de la panorámica del Miño, la característica más distintiva de esta atracción es el hecho de que está colocada dentro de una jaula blanca, lo que le otorga un aire nostálgico, romántico y elegante que es perfecto para las fotos.
Los columpios colocados en lugares hermosos, de vistas únicas, ideales para ser fotografiadas, son un éxito turístico asegurado en Galicia, por lo menos en los últimos años. La competencia por ofrecer la mejor composición, la mejor postal, junto a los diversos títulos y reclamos empleados para atraer la atención de la gente, le dan un aire particular y divertido a esta moda, que prueba que la belleza natural gallega también puede ser tendencia.