Si los ríos son las arterias que riegan y llenan de vida las tierras de Galicia, los puentes son las construcciones que desde tiempos inmemoriales han servido para cruzar esas corrientes tendiendo lazos sociales, económicos y culturales. Centenares de viaductos se alzan sobre nuestros ríos componiendo un rico patrimonio que, en muchos casos, suma a sus valores arquitectónicos una indudable importancia histórica. Episodios de gran trascendencia han tenido lugar sobre muchos de estos viaductos tal como te invitamos a comprobar con este pequeño recorrido por algunos de estos puentes hacia la historia.
Puente de O Burgo
Pontevedra
El puente de O Burgo no solo dibuja una de las estampas más conocidas de Pontevedra. Sin su presencia no se entendería buena parte de la historia de la ciudad. Un primer viaducto anterior dio nombre a la localidad y sobre el puente que con diversas modificaciones ha llegado hasta nuestros días fue firmado en 1165 el pacto del Lérez entre Fernando II y Alfonso I de Portugal para tratar de poner fin a las incursiones lusas en tierras gallegas. El puente de O Burgo fue testigo también de otras disputas a lo largo de los siglos y sufrió, asimismo, los embates de las fuerzas de la naturaleza, como una riada que causó importantes daños a mediados del siglo XVII. En 1719 fueron los ingleses quienes dejaron su huella en el viaducto. En el marco de la Guerra de la Cuádruple Alianza, las tropas inglesas que habían tomado durante unos días Vigo atacaron también Pontevedra y destruyeron la Torre del Puente que se alzaba en un extremo del viaducto y el edificio destinado a cárcel anexo a uno de sus laterales.
A Ponte Maceira
Negreira y Ames
El viaducto que une los municipios de Negreira y Ames dando nombre al bonito pueblo de A Ponte Maceira fue levantado en la época medieval y jugó un papel destacado en dos conflictos en los tomaron parte sendos arzobispos compostelanos. Allí sitúa la “Historia compostelana” una contienda del siglo XII en la que se habrían visto involucradas tropas del arzobispo compostelano Diego Gelmírez y del conde Pedro Froilaz de Traba. Ya en 1471, ese mismo paso sobre el río Tambre sería escenario de parte de la disputa armada mantenida entre los partidarios del arzobispo Alonso de Fonseca II y las tropas de Lopo Sánchez de Moscoso por el control de las tierras de A Maía. Este enfrentamiento, conocido también como la Batalla de Altamira porque lo que estaba en juego era el control de la fortaleza que lleva ese nombre, se desarrolló en parte en Ponte Maceira porque allí se enfrentaron tropas del arzobispo con un contingente que acudía en auxilio de los hombres de Sánchez de Moscoso.
Puente de O Burgo
Culleredo y Cambre
El puente medieval de O Burgo que une los municipios de Culleredo y Cambre en el arranque de la ría homónima no escapó a las consecuencias de una de las batallas más importantes de la Guerra de la Independencia en Galicia. Los bandos enfrentados fueron las tropas británicas lideradas por el general John Moore, que habían acudido a la Península en apoyo a las tropas españolas, y un cuerpo del ejército francés a las órdenes del mariscal Jean-de-Dieu Soult. Tras fracasar la campaña española, los británicos se dirigieron hacia A Coruña con el objetivo de embarcar de regreso a las islas. Poco antes de llegar a su destino no dudaron en volar, a mediados de enero de 1809, el puente de O Burgo, para retrasar el avance francés. Sin embargo, la existencia de un paso alternativo cercano y la rápida reparación del viaducto permitió a las tropas galas dar alcance a su enemigo antes de que este hubiese completado la evacuación y obligarlo a librar una sangrienta batalla. El saldo final fueron centenares de muertes, entre ellas la del propio John Moore.
Puente de Cruzul
Becerreá
Poco antes de llegar a A Coruña, franceses e ingleses habían cruzaron también el puente de Cruzul, en las tierras lucenses de Becerreá, aunque no existe consenso sobre las circunstancias concretas de aquel episodio. Hay quien sostiene que los franceses tenían pensado derribar con explosivos esta estructura levantada sobre un afluente del río Navia a finales del siglo XVIII para evitar la retirada de los ingleses. Pero también hay quien defiende que fueron estos últimos los que se plantearon su voladura para interrumpir la marcha de sus perseguidores. En lo que sí existe más consenso en la actualidad es en el hecho de que, pese a la idea bastante extendida en el pasado, ni unos ni otros cumplieron sus planes y el viaducto no llegó a ser volado, aunque sí habría sido sometido a modificaciones en una época posterior.
Puente de Sobradelo
Carballeda de Valdeorras
Menos dudas existen sobre lo ocurrido con el puente de Sobradelo, que sobrevuela el río Sil en Carballeda de Valdeorras. En este caso, cuentan las crónicas que su arco central fue volado por el abad de Casaio a comienzos del año 1809 para frenar a los franceses una vez que las tropas encabezadas por el Marqués de la Romana lo hubieron atravesado. Tuvieron que pasar casi 100 años para que el entramado de madera con el que fue reparado provisionalmente fuese sustituido por la nueva estructura que se puede ver en la actualidad.
Ponte Sampaio
Soutomaior y Pontevedra
La presencia francesa en Galicia se vio seriamente afectada tras la batalla que tuvo lugar a mediados del año 1809 junto a las aguas del río Verdugo, en el límite de los actuales municipios de Pontevedra y Soutomaior. Allí se encuentra el imponente puente de Ponte Sampaio, un viaducto medieval levantado, probablemente, sobre los cimientos de un paso romano anterior, que los franceses pretendían utilizar para recuperar las posiciones perdidas durante las semanas previas en el sur de la provincia. Las tropas francesas, integradas por casi 10.000 soldados y jinetes, llegaron al lugar el 7 de junio topándose con un heterogéneo contingente defensivo formado por tropas regulares y voluntarios organizados bajo el mando del coronel Pablo Morillo que, incluso, habían derribado varios arcos del puente para impedir el paso. Los ataques galos fueron infructuosos y el 9 de junio el mariscal Ney se vio obligado a ordenar la retirada de sus tropas.
Ponte Caldelas
Ponte Caldelas
La victoria en la batalla de Ponte Sampaio tal vez no habría sido posible sin el desarrollo de otro combate que tuvo lugar unos kilómetros río arriba en un puente construido en el siglo XVI y que da nombre al municipio donde se encuentra: Ponte Caldelas. Ese fue el paso elegido por los franceses para tratar de burlar la resistencia que se habían encontrado en Ponte Sampaio y sorprender por la retaguardia a sus enemigos. Pero no contaban con toparse con un grupo de campesinos e hidalgos encabezados por Francisco Oubiña, señor del Pazo do Coto de Forzáns, dispuestos a hacerles frente. Su heroísmo tuvo premio y consiguieron repeler el ataque francés.
Puente de Ponte Vea
A Estrada y Teo
La labor de los vecinos para frenar el paso de los franceses también fue clave en este estratégico punto sobre el río Ulla en el que se alza el puente de Ponte Vea. Allí se sucedieron diversos enfrentamientos durante la primera mitad del año 1809 que propiciaron el derrumbe de algunos arcos por parte de los habitantes de la zona en varios ocasiones y la consiguiente reparación por parte de las tropas invasoras. La estructura original fue levantada en el siglo XVI, pero a lo largo de los siglos fue sometida a diversas modificaciones, no solo para hacer frente a las consecuencias de la Guerra de la Independencia, sino también para reparar los daños causados por las riadas.
El puente de Ponte Ledesma, en el límite de los municipios de Vila de Cruces y Boqueixón, el puente de Pazos de Arenteiro (Boborás); A Ponte Bibei, entre Quiroga y A Pobra de Trives, el Puente de Mourentán (Arbo), el Puente de As Achas (A Cañiza) y A Ponte Arante (Ribadeo) son otros viaductos centenarios que jugaron un papel importante durante la Guerra de la Independencia y que fueron escenario de muestras de heroísmo por parte de la población local.
Me interesa información de casas rurales. Gracias