Las ciudades que más conectan con el mundo de hoy y con el futuro, disponen de edificios contenedores de arte, de ciencia, de historia… que ya sólo por sí mismos tienen mucho que decir. Muchos se erigen como obras de arte y acaban por ser símbolos de los nuevos tiempos. En Galicia tenemos ejemplos muy significativos.
Puede que el primero que nos venga a la cabeza sea la Ciudad de la Cultura (2011), en el monte Gaiás, en Santiago de Compostela. Este complejo arquitectónico que ya es parte del monte, fue diseñado por Peter Eisenman (excepto las Torres Hejduk, de Hejduk y el edificio Fontán, acabado por Perea). Como su nombre indica, no estamos ante un museo sino una ciudad, con sus calles, sus plazas, sus jardines e, incluso, ¡su pista de skate! Tanto tiene que ver que hasta se hacen visitas arquitectónicas comentadas. Diferentes espacios tienen diferentes usos: Biblioteca de Galicia, Archivo de Galicia, Centro de Emprendimiento (con espacio co-working y vivero de empresas), Museo Centro Gaiás (alberga exposiciones temporales), Centro de Innovación Cultural (sede de AMTEGA, Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia, y del CPDI, Centro de Procesamiento de Datos Integral), Torres Hejduk (espacio expositivo). Sí, podemos decir que la ciudad es bastante completa. Allí se hacen exposiciones, conciertos, ferias, espectáculos de teatro, de danza…
Siguiendo en Santiago, otras referencias contemporáneas de gran valor son las obras de Álvaro Siza, premio Pritzker en 1992, como el Centro Gallego de Arte Contemporáneo (1993) o la Facultad de Ciencias de la Comunicación (1999).
Otro edificio emblemático de la Galicia moderna es la Domus (1995). Está en A Coruña, frente al mar, y presume de ser el primer museo interactivo del mundo dedicado íntegramente al ser humano. Es obra de Arata Isozaki, también Pritzker en 2019, que lo concibió como un barco con la vela de cara al mar, sorteando los vientos hacia el futuro. En cuanto al contenido, se sigue el concepto participativo de la Casa de las Ciencias (1985), pero en lo referido al ser humano (evolución, cuerpo, mente, genética…). Cuenta con más de 150 módulos interactivos, además de exposiciones temporales, sala de cine 3D y laboratorio abierto. Junto con la Casa de las Ciencias y el Aquarium Finisterrae (1999) forma parte de los Museos Científicos Coruñeses. Por cierto, que la ciudad también alberga otro museo científico, este de carácter estatal: el MUNCYT (2006), en el edificio Prisma de Cristal proyectado por Victoria Acebo y Ángel Alonso.
Y, hablando de museos interactivos y de edificios emblemáticos, ahí tenemos el MIHL (Museo Interactivo de la Historia de Lugo), de 2012. Se erigió en la época en la que la muralla de Lugo era declarada Patrimonio de la Humanidad. Fue diseñado por el equipo Nieto Sobejano. Lo llaman «museo-parque», ya que está sutílmente integrado en el parque de La Milagrosa, al norte de la ciudad. Su diseño, basado en estructuras cilíndricas, está inspirado en la muralla.
Podemos hacer un recorrido por la arquitectura reciente más sobresaliente en la Universidad de Vigo, en el Campus de Lagoa-Marcosende, más conocido como CUVI. Ya en su remoto origen, en 1977, Desiderio Pernas había hecho el Colegio Universitario, lo que actualmente es la Facultad de Filología y Traducción. Desde entonces, se fueron sumando ampliaciones que hacen del campus un auténtico muestrario de la mejor arquitectura contemporánea en medio del monte. Pero no es un muestrario, son edificios vivos que se interrelacionan y se integran en el entorno a la perfección. El eje central es el Aulario (2003) y el Rectorado (2006), de Miralles y Tagliabue. También destacan la Biblioteca Central, de Pilar Díez y Alberto Noguerol (1995), la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones y la de Minas y Energías (2003) de César Portela y Gabriel Santos Zas, la residencia universitaria O Castro (2002) de Penela… La intervención más reciente en el campus es de 2011, el Centro de Investigación Tecnológico Industrial, también de Penela, que aún tiene allí tres edificios más. En 2021, se inauguró en el Berbés de Vigo la sede institucional y de I+D+i de la universidad, una rehabilitación de tres construcciones del casco viejo hecha por el equipo Abalo Alonso.
Ya en el centro de Vigo, otro edificio significativo de este siglo: la sede del COAG (2008), proyectado por Irisarri y Piñera. Es un ejemplo de arquitectura sostenible, con fachada de policarbonato y vidrio. Tiene la peculiaridad de que de día aprovecha la luz solar y de noche ilumina el exterior desde dentro. Una sorpresa escondida detrás de una céntrica calle de Vigo. Otra obra destacada de la ciudad es el Museo del Mar (2003), basado en un proyecto de Aldo Rossi y terminado por Portela, que parece sacado de un cuadro de De Chirico.
En Pontevedra, lo moderno viene dado principalmente por su ecológico y sostenible modelo urbano, lo que también hace que las intervenciones arquitectónicas sean cuidadas. Un ejemplo de esto es la ampliación del Museo de Pontevedra, hecha por Celestino García y Javier Reboredo en 2004.
En las ciudades con río, como Pontevedra y Ourense, los nuevos puentes también diseñan los nuevos paisajes. Ahí tenemos el Puente de los Tirantes (1995), en Pontevedra, de Troyano y Manterola o el Puente del Milenio (2001), en Ourense, de Varela y Calvo.