El Castillo de Vimianzo, una fortaleza repleta de historias y rebosante de vida

Las luchas de poder y los conflictos acaecidos en distintos momentos históricos han marcado el devenir de la fortaleza que a día de hoy aún preside el acceso a la localidad de Vimianzo y da la bienvenida a los visitantes que se adentran en un valle rico en patrimonio. Aunque no existen registros concretos acerca de la fecha exacta en que fue levantada la estructura original, todo apunta a que fue en los siglos XII y XIII cuando los miembros de la familia Mariño construyeron el castillo para ejercer desde allí el señorío concedido por el rey Alfonso IX.

Poco tiene que ver la arquitectura actual de la fortaleza con aquel primer asentamiento, pero el recuerdo del paso del tiempo sigue presente entre sus viejos muros de piedra, que han recobrado la actividad de antaño gracias a varias iniciativas.

A mediados del siglo XV, el Castillo pasó a ser propiedad de los Moscoso y se convirtió en escenario de varios episodios históricos: el cautiverio del obispo Alonso de Fonseca y, especialmente, la Revuelta Irmandiña. La de Vimianzo fue una de las fortalezas destruidas en la lucha contra los privilegios y la opresión de los señores feudales, aunque el fracaso del levantamiento y la represión posterior trajo también consigo la reconstrucción del castillo. El propio obispo Alonso de Fonseca ordenó levantar de nuevo la fortaleza, que pocos años después volvió a quedar bajo el control de un miembro de la familia Moscoso, erigido en Conde de Altamira.

En recuerdo de aquel episodio revolucionario se celebra cada primer sábado de julio desde hace casi un cuarto de siglo el Asalto ao Castelo, una fiesta que tiene por escenario el entorno de la fortaleza y que combina historia, leyenda, gastronomía y música.

El aspecto actual del Castillo vimiancés es el resultado de las diversas reformas acometidas a lo largo de los siglos hasta finales del XIX y de los trabajos de restauración realizados tras varias décadas de abandono en el siglo XX.

El noble y poeta Evaristo Martelo (1853-1928) fue uno de sus últimos habitantes y ejerce hoy en día de protagonista de las visitas teatralizadas que el Concello organiza periódicamente a la fortaleza. Además, quien se interne entre sus muros podrá contemplar el trabajo (lino, encaje, cuero, plata, cestería, barro) de los creadores de la Mostra de Artesanía ao Vivo y constatar que la fortaleza sigue escribiendo su propia historia.

Más información sobre las actividades en Castillo, aquí.

 

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