La catedral y el casco histórico, declarados ambos Patrimonio de la Humanidad, son las principales señas de identidad de Santiago de Compostela, pero la capital gallega tiene mucho más que ofrecer a todo aquel que la visita. A continuación te proponemos tres espacios que te permitirán disfrutar de una perspectiva diferente de una ciudad en la que la historia, tradición, naturaleza, cultura y modernidad se dan la mano.
Monte Pedroso
El Monte Pedroso es el mirador por excelencia de Santiago de Compostela. Está a tan solo tres kilómetros del casco urbano y se puede subir andando a través de una ruta que atraviesa un entorno de gran valor natural. Lo ideal es ir al atardecer en un día despejado, momento en el que los últimos rayos de sol iluminan la fachada de la catedral. Si se dispone de vehículo propio también es buena opción ir de noche para ver todas las luces de la ciudad. En la falda del monte se encuentra A Granxa do Xesto, una zona recreativa con un parque infantil, un lago y un establecimiento hostelero. En este punto arranca una ruta peatonal para subir hasta el mirador. Se puede llegar fácilmente hasta A Granxa do Xesto andando o en coche a través de la calle Casas Novas. La línea 9 del transporte urbano llega hasta Santo Ignacio do Monte, a medio kilómetro de distancia.
Cidade da Cultura
En lo alto del monte Gaiás está situada la Cidade da Cultura, un complejo formado por cuatro edificios (y un quinto en construcción, el Edificio Fontán) que constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura contemporánea. Diseñado por el arquitecto estadounidense Peter Eisenman, la planta de las edificaciones simula la forma de una vieira por la que discurren las calles del casco histórico compostelano. La Cidade da Cultura ofrece al visitante una gran oferta de actividades: desde el ocio a la naturaleza, pasando por la gastronomía, la cultura o el arte. En este último ámbito destaca el Museo Centro Gaiás, que tras su fachada de 43 metros de altura alberga exposiciones de todo tipo. Cercano a él se encuentran las Torres Hejduk, cuyas luces nocturnas son un icono de Santiago al poder ser divisadas desde muchos puntos de la ciudad. Actualmente acogen la intervención artística Paisajes incultas, de Cristina García Fontán, que las convierte en un bosque gallego en miniatura.
Los alrededores de la Cidade da Cultura ofrecen espacios verdes, ideales para hacer deporte o simplemente dar un paseo relajado. El Bosque de Galicia, con sus 34 hectáreas de extensión y sus 5 km de sendas peatonales y ciclistas, es una de las mejores opciones para subir al Gaiás. El Parque do Lago cuenta con casi 5.000 m2 de extensión y está equipado con bancos y elementos deportivos para un circuito de running. Destaca, como su propio nombre indica, la zona del lago por su belleza con la silueta de los edificios de Eisenman al fondo.
Se puede acceder a la Cidade da Cultura bien a pie o en bici (a través del Bosque de Galicia o de la avenida de Manuel Fraga); en coche (por la avenida de Manuel Fraga o por la salida directa de la AP-9); y en bus urbano, a través de la línea 9. Aunque el recinto abre todos los días, el museo cierra los lunes.
Centro Galego de Arte Contemporánea y parque de Bonaval
Situado junto al Museo do Pobo Galego (en la calle Valle Inclán), el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) es otro de los símbolos de la modernidad y del amor por el arte y la cultura de Compostela. Diseñado por el arquitecto Álvaro Siza en 1988, el edificio conjuga la modernidad de sus líneas, formas y volúmenes con la tradición gallega, representada a través del granito que lo compone, la piedra más común en Galicia.
En este momento son tres las exposiciones que se pueden visitar en el CGAC: Crebas, de Francesc Torres; Caosmos, de Antón Patiño; y Wonder Women, una recopilación de las obras de varias artistas. Además, existe una colección permanente con más de 1.200 piezas adquiridas con el presupuesto anual del museo o bien gracias a donaciones de particulares, instituciones o artistas. Está abierto de martes a domingo de 11:00 a 20:00 horas.
El propio edificio del CGAC está construido de forma que sirva de acceso al parque de Bonaval. Este espacio verde es uno de los más cuidados de Compostela. Ofrece unas vistas sorprendentes de los tejados de la ciudad, y desde la parte más alta destaca la majestuosidad de las torres de la catedral. Cuenta con un antiguo cementerio y muchas fuentes, lo que provoca que se escuche el agua correr en todo momento. Es ideal para hacer un picnic o para tumbarse a la sombra de uno de sus árboles a leer un libro o escuchar música. Es fácilmente accesible a pie desde cualquier punto de la ciudad, pero también hay un parking en las proximidades.